En los aparcamientos —tanto exteriores como de varios niveles— los perfiles de dilatación desempeñan un papel fundamental para garantizar la durabilidad y la seguridad de la estructura. Su misión es compensar los movimientos térmicos y las cargas mecánicas que actúan de forma constante sobre el edificio. Para que puedan cumplir eficazmente su función en un entorno tan exigente, deben seleccionarse con precisión, teniendo en cuenta no solo la resistencia mecánica, sino también la exposición a agentes atmosféricos y sustancias químicas agresivas.
Aparcamientos: un entorno lleno de desafíos
La explotación de los aparcamientos implica numerosos desafíos técnicos:
- tráfico intenso de vehículos con cargas y presiones variables,
- fuertes oscilaciones térmicas, especialmente en niveles exteriores,
- presencia constante de humedad, sales, combustibles y aceites,
- necesidad de estanqueidad y compatibilidad con sistemas de impermeabilización.
En estas condiciones, los perfiles de dilatación para aparcamientos deben garantizar no solo la compensación de movimientos, sino también estanqueidad, resistencia a cargas repetitivas y facilidad de mantenimiento.
¿Qué requisitos deben cumplir los perfiles de dilatación en aparcamientos?
Un sistema de dilatación bien diseñado para zonas de estacionamiento debe:
- soportar cargas dinámicas significativas y maniobras de giro,
- resistir heladas, radiación UV, agua y sales de deshielo,
- garantizar estanqueidad —en especial en forjados superiores—,
- ser compatible con materiales impermeabilizantes (resinas, membranas),
- mostrar resistencia frente a sustancias químicas agresivas.
Tipos de perfiles de dilatación más utilizados
Según el tipo de estructura y la ubicación del aparcamiento, se emplean diferentes soluciones:
- Perfiles superficiales con junta elástica – ideales para compensar movimientos y evitar la acumulación de suciedad,
- Perfiles integrados en sistemas de impermeabilización – imprescindibles en zonas expuestas a agua pluvial o riesgo de filtraciones,
- Perfiles compatibles con pavimentos de resina – empleados en aparcamientos cubiertos, aportan estética y alta durabilidad.
Un ejemplo eficaz lo constituyen los perfiles de aluminio con juntas PVC reemplazables, que combinan elasticidad con elevada resistencia mecánica. En aparcamientos exteriores, donde la humedad y los cambios térmicos son extremos, funcionan mejor los perfiles de acero al carbono o acero inoxidable, diseñados para condiciones altamente exigentes.
¿En qué fijarse al elegir un perfil?
Al diseñar un sistema de dilatación, conviene considerar:
- los desplazamientos previstos de la estructura (horizontales y verticales),
- el tipo de pavimento (hormigón, resina, asfalto),
- el grado de estanqueidad y resistencia química requerido,
- la posibilidad de sustituir componentes sin desmontar todo el perfil,
- la existencia de certificados y evaluaciones técnicas.
Resumen – la durabilidad empieza por los detalles
Aunque los perfiles de dilatación en aparcamientos representan solo una fracción del coste total de la inversión, su impacto en la funcionalidad y vida útil del edificio es enorme. De su calidad depende que la estructura permanezca estanca, segura y resistente durante muchos años.
Optar por soluciones contrastadas desde la fase de proyecto reduce el riesgo de averías, filtraciones y costosas reparaciones. En el caso de los aparcamientos, apostar por la calidad sin concesiones es siempre la decisión más rentable.
Damian Foterek
